jueves, 7 de abril de 2011

SENTIMIENTOS.

Aquel día, aquel día..
Estaba en la casa del pueblo y vinieron mis tíos con un cachorro hembra de teckel.
Se me dibujó una sonrisa de oreja a oreja, y podía ver los ojos azules y brillantes de Linda, ese era su nombre.
Ella quería que le hiciese cosquillas en la barriga, y en muestra de cariño, reposaba en mis pies.
Al cabo de 2 años vinieron a casa y me comunicaron la mala noticia... Linda había muerto.
Pero es que... LA HECHO TANTO DE MENOS!!

1 comentario:

  1. Ya me imagino el disgusto que te llevaste al saber que no volverías a ver nunca más a ese precioso animal. Igual, cuando seas mayor, puedes tener tu propia mascota.

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